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40 Canciones y descanciones de Tristan Tzara

Vertidas y desadaptadas al castellano por Manuel Puertas

Y 40 Ilustraciones desdibujadas de Marcelino Sesé

En estuche en cartulina Verjurada y hojas independientes en papel misma calidad.

OBRA A LA VENTA 30 EUROS

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Retrato de Tzara para la portada, obra de Marcelino Sesé

PROLOGO A LA EDICION

Esta obra publicada póstumamente hace medio siglo, en 1972, en Montepellier, por Fata Morgana, casi diez años después de su muerte, acaecida el día de Nochebuena de 1963, compuesta por 40 canciones y descanciones, breves y sencillas coplas, casi infantiles, de corte muy diferente al grueso de su obra lírica (compuesta por largos poemas, muchos de ellos de carácter épico) que fueron escritas por Tristan Tzara en una de sus más fértiles épocas, durante la ocupación alemana de Francia, desde su éxodo de París en Junio de1940 hasta el final de la Segunda Gran Guerra. Abarcan pues varios años de su periplo vital y algunas de estas cancioncillas aparecen escritas entre las hojas del manuscrito de “En la brecha” y quizás pudieran por ello datarse en torno al año 1955. Tras su larga y constante exploración sobre el lenguaje, desde su etapa dadaista juvenil, estas coplillas son una especie de vuelta al origen, de reencuentro con la palabra prístina, sin alharacas, con la sencillez y armonía propias de un hombre que ha completado una obra universal. Sin regresar a la caduca retórica, acogiendo dichos del acervo común y dándoles un giro de tuerca para reintegrarlos al habla popular, genuina dueña de la creación del lenguaje, compone estas breves estrofas cuyo encanto casi exige ponerles música y que sean cantadas : “La palabra rimando consigo misma” Es un reto hermoso volver a publicarlas, medio siglo después, esta vez con ilustraciones de Marcelino Sesé y con este título tan español : ¡Las 40!.

UNA PRIMERA

olas olas rosas rosas

desterré la ola de las cosas

no existe ola en el alma

que señale

mi inquietud exacta como un reloj

digo lo que veo

hablo de memoria

hablo con el corazón

DOS

tras haber pensado durante treinta años

cómo enriquecer las rimas

proclamo

la mejor la más fiable

es la palabra que rima consigo misma

cosa y cosa

no constituyen dos cosas

TRES

agua cristalina dulces sueños

las bocas de las cosas

cosidas con hilo blanco

yo las comprendo

escojo sus nombres

sus gestos tan lentos

que necesitan siglos

para perfeccionar su ciclo

CUATRO

son más de dos

los enamorados

no les gusta que se hable de ellos

sin darse cuenta

me llevo sus poemas

CINCO

si las palabras fueran solo signos

sellos pegados a las cosas

de ellas qué quedaría

polvo

gestos

tiempo perdido

ni felicidad ni dolor existirían

en este absurdo mundo

SEIS

leve delicada

pulpa de dátil

mi hermosa sonrisa

qué es esto

ágil veloz

perturbadora risueña

qué es esto

aquí estoy para adivinarla

SIETE

digo lo que vivo

veo como la voz

tomo igual que doy

así es mi vida

no debo nada a nadie

debo todo a todos los hombres

OCHO

dos por dos

gusanos de seda

saco a la espalda

alegría y pena

hilan tiernas

la paciencia de los enamorados

NUEVE

tengo un caballo dentro de mi cabeza

da saltos y me sacude

tengo una abeja en mi sangre

me musita palabras de amor

pero la abeja pica al caballo

que dice mierda para mí

sin embargo no estoy para nada

tal vez sea la primavera

DIEZ

en lo más oscuro en lo más profundo

del invierno

veo el mar con flores

oigo la risa de los bañistas

no porque esté loco

sé ver la cara oculta de las cosas

multiplicar su futuro

por la intensidad del pasado

es el amor culminado

ONCE

de capítulo en capítulo

siempre avanzamos

página tras página

de paisaje cambiamos

y avanzando así

estamos aquí hasta el fin

esto es todo

DOCE

el patrón dice a la patrona

nosotros patrocinamos

quiero decir partamos

iros iros dijo el empleado

que nunca más os vuelva a ver

TRECE

domestico castañuelas

entiendes

hago reír a las guitarras

en el fragor de la contienda

entiendes

estos andaluces

Ilustración Marcelino Sesé

CATORCE

cogió la llave de los campos

para abrir el horizonte

entró vivo adentro

nunca volvió

QUINCE

hermano bosque

hermana piedra

los listillos

van al bosque

a recoger piedras

sobre los fosos

en los prados

solo encontramos

tristezas

parece

DIECISÉIS

el vino de los enamorados

contiene en un dedal de costura

el veneno de los gruñones

salpica al mundo

oh pajas oh vigas

oh causa de nuestra mirada

DIECISIETE

el pez de tu mano

en el agua de mi recuerdo

duerme o está como

al raso

los pescadores los astrónomos

envidian a los listillos

sus cálculos sus anzuelos

tentaciones o trucos de habilidad

no tendrían motivo

para preocuparse de mi ternura

DIECIOCHO

abres las alas

para emprender viaje

te burlas de nosotros

caballo

a tu edad

DIECINUEVE

con gran escándalo

de la vecindad

el señor Machin y la señora Caha

se pusieron

en pleno mediodía

a sacudir la alfombra al viento

era señal primaveral

VEINTE

un ruiseñor cantaba con naturalidad

durante un día de verano entero

para derretir el recuerdo

en el manantial de las estrellas

comprendido

romped

dijo el ayudante

así van las cosas

inconmensurablemente

VEINTIUNA

rasca que rasca

mi cerilla

ojo a la cerradura

del fuego

no juguéis con niños

fuera hace frío fuera está desnudo

podrían caerse dentro

VEINTIDÓS

levantado tarde

acostado pronto

sol friolero

háblame de Botticelli

VEINTITRÉS

existe en el fondo de los ojos

algo que no existe en ningún sitio

un hermoso velero

y mi amor a bordo

pero ya no hay viento

en ningún sitio

estoy solo en el banquillo

esperando algo mejor

VEINTICUATRO

señora mediodía

a las catorce horas

llora llora

en la calle Cherche-Midi

qué hace ella con su amigo

él se ríe

el marido

Lámina de Marcelino Sesé

VEINTICINCO

no está al revés

lo que escribo

no está en su sitio

lo que veo

no es del verso

de lo que vivo

de qué de qué

VEINTISÉIS

veis qué divertido es

vaya vaya vaya

tres chicas jóvenes en la torre

vaya vaya vaya

cambiaron en día la noche

vaya vaya vaya

vinieron a meterse en mi cabeza

vaya vaya vaya

luego se fueron por otros lares

a contar florecillas tan contentas

VEINTISIETE

estamos entre bellas sábanas

la cama es maravillosa

la vida es hermosa

y a pesar de todas las cosas

estamos entre bellas sábanas

VEINTIOCHO

blancos riachuelos

cual gatos en la nieve

jugáis con el sol

pata de terciopelo

en el guante de la muerte

Obra de Marcelino Sese

VEINTINUEVE

como caballos

las palabras desbocadas

corren por las calles

y los pobres pensamientos

chocan contra los muros

rompen los azulejos

y nosotros todo esto

no lo hacemos

TREINTA

vete

te odio

vuelve

es para siempre

así va y viene

el agua a la boca

y la copa a los labios

qué queda de los sueños

para nuestros amores suficiente

Ilustracón Marcelino Sese

TREINTA Y UNA

habéis visto al caballo blanco

en el camino de la tormenta

habéis visto la azul naranja

en mano de enamorados

habéis visto el pan bendecido

sobre la corona de la reina

habéis visto la muerte vergonzante

bajo la máscara bélica

el horror mezclado con la amenaza

y la belleza por toda la tierra

TREINTA Y DOS

en las narices de los aduaneros

a pesar de todo sentido común

huyó maldiciendo

esta tierra inútil

por qué no se contentó

con los guijarros de su país

hoy sería nieve

lluvia tormenta viento yo qué sé

el imbécil

TREINTA Y TRES

canta canta en los patios

mi amor despierta París

solo los dormilones empedernidos

conocen el precio del amanecer

cuando tiran la calderilla

de la risa sin rencor

quién diría que en pleno sueño

atesoran fortunas

TREINTA Y CUATRO

coser y cantar

derecho

en pie de igualdad

izquierdo

sin trabas

con pasos lentos

pasas y vuelves a pasar

tu te ves llegar

de muy lejos desde muy lejos

TREINTA Y CINCO

en los escalones del anfiteatro

en las velas del barco

en la cima de la esperanza

mi bello navío mi bello castillo

confundí tierra y mar

para al fin poderme callar

se dice así

TREINTA Y SEIS

el perro y la perra

el buey y la boya

el nada la nada

el trago y el frasco

el mástil los mastillillos

viven los marineros

TREINTA Y SIETE

a la pajita más corta

me jugué la vez

la viga en el ojo

la mejilla en sonrojo

el pájaro pía

está muerto el río

da igual da lo mismo

el amor me atormenta

TREINTA Y OCHO

haga viento o nieve

dónde estoy dónde voy

un mismo refrán

nos agarra del cuello

es un fuego eterno

que el amor se forja

y es su razón de existir

somos sus dueños

TREINTA Y NUEVE

canción de proa canción de espada

canción por poco canción mezclada

canción de capa y de llanta

canción de hilo y de rueca

canción de cabeza o de cola

canción de parada y agujero en el bolsillo

canción terca o rara

porque las canto a voz en grito

o bajo el silencio las omito

estamos ahítos ahítos

Ilustración de Marcelino Sesé

CUARENTA Y ÚLTIMA

medianoche suena en las cosas

es hora de irse a la cama

la fuente está seca

mi canción desamparada

sólo vi en todo momento

el placer con dos filos

si apuesto mi corazón en el juego

os entran ganas de reír

de verdad pongo mi mano en el fuego

para lo mejor y para lo peor