UNA ENTREVISTA FOCAL
Como foco que resume e ilumina el pensamiento tzarista, transcribo aquí íntegramente, menos la introducción, por su excepcional importancia y porque apenas se conoce, las respuestas de Tristan Tzara en la entrevista que su amigo el poeta rumano Ilarie Voronca le hizo, publicada en la revista Intégral, año III, correspondiente al número 12 de Abril de 1927, en las páginas 6-7 y posteriormente recogida por Henri Béhar en el Tomo V de las Obras Completas, páginas 417-418.
Quiere usted saber, señor Voronca, ¿por qué no me manifiesto más públicamente? porque me he encerrado en la soledad de mis arterias, porque no boxeo por la calle, ya no rompo las cristaleras de esta mediocre publicidad. Retrocedamos un poco en el tiempo, quiere. Tome un cigarrillo.
En 1920, la revista Littérature publicaba con mi firma, una carta que inspiró a Breton, Aragon y Soupault el tema de esa famosa encuesta : ¿Por qué escribe usted? Las polémicas que suscitó despejaron las fronteras de los campos de batalla, y fueron fértiles en hallazgos : era la primera vez que se planteaba un problema de conciencia sin rodeos a los cerebros adormecidos por la triste tarea de escribir. Yo decía en esa carta : «escribo para encontrar a los hombres». Y en efecto encontré unos hombres pero me decepcionaron de tal manera, que esa razón se esfumó por completo, como la bruma, del marco visual de mis preocupaciones. El hecho mismo de que el objeto de mi decepción sea, todavía hoy, de una naturaleza que yo creo, relativamente, la más digna de atención, no hace sino acrecentar mi tristeza. Me dí, por supuesto, cuenta de que los demás escritores, si no para llegar, socialmente hablando, al menos para desarrollar el depósito bancario de sus relaciones que un día les abrirán las puertas de una Academia sobre la cual nunca he dejado de cagarme. Sigo escribiendo para mí mismo por el momento, y a falta de encontrar a otros hombres, me busco continuamente.
Quiere que le hable de Dada. Escúcheme bien. Contrariamente a las falsas noticias que se han propalado según las cuales Dada estaría muerto por la dimisión de algunos individuos, fui yo quien mató a Dada, voluntariamente, porque consideré que un estado de libertad individual se había convertido el final en un estado colectivo y que los diferentes presidentes comenzaron a sentir y a pensar de la misma manera. Ahora bien, nada resulta más antipático que la pereza cerebral que aniquila los movimientos individuales, ¿eran ellos cercanos de la locura y contrarios al interés general?. Lo que yo reprocho hoy al surrealismo es del mismo tipo de ideas. Los seguidores, a los que ya no se podría hoy obviar, han ocupado su plaza preferente. La mediocridad ha equiparado todo, el marasmo y la estupidez retienen sus pies en la mierda de la que aún no han sabido desembarazarse. Un estado de disimulo hipócrita del pensamiento da, hacia afuera, una impresión de disciplina y unanimidad allí donde solo existe miseria y represión.
¿Ve usted en todo esto una salida de socorro, una cuerda de salvación?
Yo considero que la poesía es el único estado de verdad inmediata. Por el contrario la prosa es el prototipo de compromiso hacia la lógica y la materia. Reconocer el materialismo de la historia, expresar en frases claras incluso con fin, no puede ser sino la profesión de fe de un hábil político : un acto de traición hacia la Revolución eterna, la revolución espiritual, la única que yo preconizo, la única por la que yo sería capaz de entregar mi piel, porque ella no excluye la Santidad del yo, porque ella es mi revolución, y porque para llevarla a cabo no tendría necesidad de profanarla con la ayuda de una mentalidad lamentable y la mezquindad de un marchante de cuadros.
Las conquistas de la libertad individual se han pagado con tantos sufrimientos, con el precio de tanta renuncia y de valor que solo puedo tachar de frívolos y oportunistas, los hábiles parches a la idea marxista de estos renegados del pensamiento individualista.
El comunismo es una nueva burguesía que parte de cero; la revolución comunista es una forma burguesa de la revolución. No es un estado de espíritu sino una » Deplorable necesidad», Tras ella el orden vuelve a comenzar. ¡Y qué orden! Burocracia, jerarquía, Cámara de diputados, Academia francesa.
¿Es el surrealismo una derivación de Dada?
Quizás lo es cronológicamente, pero no puede ser una derivación «leal» de Dada, cuya linea de conducta (yo no reconozco ninguna) era la sinceridad hasta la anarquía. Los surrealistas me causan el efecto de querer explicar a los burgueses Rimbaud y Lautréaumont y por lo mismo vulgarizarlos, igual que en la película «Caligari» se muestra, bajo el manto de la locura, algunos decorados expresionistas meramente exteriores que no tienen nada que ver con el espíritu de este arte. Por otra parte, no es por error que yo tomo estas pequeñas manipulaciones como «Literatura» porque su gran enemigo, Cocteau, incluso, tras su repugnante adhesión al partido católico, podía plantearse una reconciliación con los surrealistas. Y la época de las putas viejas como Cocteau comienza felizmente a oler demasiado mal para que nuevas víctimas no se den cuenta de ello.
La voz de Tristan Tzara no puede ser más actual. Sus palabras estan repletas de silencio, de vientos, de mareas. Su mirada, una guarida en el fondo de la que el oso de la imagen, de la idea se desliza lentamente, Tristan Tzara acaba de terminar un gran poema, Hombre Aproximad. ¿Es él?. Salimos. Desde la terraza de su sonrisa Tristan Tzra sacude un pañuelo de nubes.*
*Pañuelo de nubes es el título de la más importante obra de teatro de Tzara, que es una revisión de Hamlet la obra de Shakespeare.