I N T R O D U C C I Ó N

Al mismo tiempo que preparaba la publicación de “El poder de las imágenes”, recopilación de sus escritos sobre arte, Tzara emprendió la selección, ordenamiento y corrección de los ensayos sobre literatura “Las esclusas de la poesía” que junto con Lampinterías, publicada en 1951, son las tres obras que compondrían su trilogía de textos críticos, si bien los dos primeros jamás llegaron a ver la luz y solo se publicaron en las Obras Completas preparadas por Henri Béhar, tomos I y V. respectivamente.

Estudiando y analizando dialécticamente el desarrollo del curso histórico del arte y de la poesía, y apoyándose también en las teorías del sicoanálisis perfeccionado por Jung, Tzara distingue entre el medio de expresión y una manifestación del espíritu como aspectos integrantes de una misma realidad, esto es poesía manifiesta y poesía latente. La poesía no es un oficio, una función sino un modo de entender la vida, una manera de ser. Los artistas, los poetas se enfrentan a una realidad que les rodea y angustia con la convicción de que es irrenunciable cambiarla. Y para ello hay que cambiar el lenguaje, redimensionar el alcance y sentido de los tópicos, utilizar un léxico diferente, establecer nuevas y sorprendentes analogías entre las palabras.

En estos textos que Tzara calificó de eruditos y a los que se dedicó en el período posterior a la Segunda Guerra se disecciona de una manera brillante, el desarrollo de la poesía como ente evolutivo. Solo huyendo de la subjetividad, hundiéndose en el mundo es cuando una obra alcanza su universalidad. Etimológicamente poesía es acción. Poesía y crítica – “Cereales y salvado” – constituyen haz y envés de una misma hoja. Son los dos incruentos fusiles, uno en cada mano, con los que se comprometió con la revolución poética y política y cuyos logros perduran hasta nuestros días.

El primero de los escritos “Ensayo sobre la situación de la Poesía” fue publicado en el número 4 de “El Surrealismo al servicio de la Revolución” en Diciembre de 1931 y las dos notas posteriores en la misma revista en Mayo de 1933. Texto capital en el ideario de Tzara, núcleo sucinto de “Cereales y salvado”, es toda una declaración de principios, una sistematización de su pensamiento y una revelación de sus herramientas (dialéctica hegeliana y sicoanálisis de Jung) además de una sincera y diáfana exposición de sus diferencias con el Movimiento Surrealista.

En Junio de 1935, se celebró en París el Primer Congreso de Escritores para la Defensa de la Cultura donde Tzara pronunció un discurso que luego fue publicado en el número 23 de la revista Commune. El contenido de la ponencia es el que aquí se recoge titulado “Iniciados y precursores”, su defensa del P.C.F. corrobora sus diferencias con el movimiento de Breton que, en dicho Congreso y afectado por el reciente suicidio de Crével, encargó la lectura de su conferencia a Paul Éluard.

El escrito titulado “El poeta y la sociedad” está basado en su conferencia de inauguración del Grupo de Estudios por la Fenomenología Humana y publicado en el único numero de la revista Inquisitions en el mismo año 1936, donde también se incluyó el siguiente texto “Acerca de la necesidad en poesía”.

Con motivo del Segundo Congreso de Escritores que se celebró en Valencia en plena Guerra Civil española y fue un acto de apoyo internacional a la causa republicana Tzara leyó el célebre y comprometido discurso titulado “El individuo y la conciencia del escritor”, tras él incluye Tzara, en esta recopilación de “El Poder de las Imágenes”, uno de sus ensayos más importantes : El Surrealismo y la posguerra”. En una memorable conferencia celebrada el 17 de Marzo de 1947 en la Sorbona, que forma parte de la historia. En una ponencia, larga y sustanciosa, Tzara argumenta sus críticas al Surrealismo y expresa claramente sus diferencias con el movimiento de Breton, con el que tuvo en ese acto un comentadísimo enfrentamiento que no es cuestión relatar aquí. Es una defensa de la poesía como modo de vida y no como una mera profesión u oficio literario : lo que podría llamarse en términos existencialistas como literatura comprometida. Utilizando la dialéctica hegeliana y el sicoanálisis perfeccionado por Jung, cual dos bisturís precisos, reubica la evolución de la poesía francesa desde Villon hasta Eluard. Contraponiendo los conceptos de poesía como actividad del espíritu, poesía latente, pensar no dirigido, con el de poesía como medio de expresión,poesía manifiesta, pensar dirigido, disecciona con precisión quirúrgica las diferentes épocas del desarrollo poético. Las notas que siguen al texto fueron elaboradas posteriormente y en ellas amplia, aclara y especifica algunas de las ideas expresadas en el discurso. Este corpus teórico plantea algunas cuestiones aún no resultas en la actualidad, entre ellas la poesía como medio y no como un fin en sí misma, la poesía no solo en sus estrechez literaria sino en su universalidad natural, presente en todos los aspectos de la vida, coherencia y compromiso ¿poéticos o políticos? ….frente a la “escuela” surrealista Tzara sigue enarbolando la bandera dada. El enfrentamiento y la ruptura con las huestes bretonianas fue apoteósico.

Los Bousingots, con t que Tzara omite, podría traducirse como los alborotadoires, fue un grupo de escritores románticos franceses que constituyen el ala radical del romanticismo y a los que Tzara considera eslabón imprescindible en la evolución de la poesía hasta el surrealismo, el ensayo dedicado a ellos apareció en un número especial de Cahiers du Sud en 1949. Retrocediendo en el tiempo, Tzara coloca después del anterior ensayo, en “El poder de las imágenes”, el dedicado a François Villon que publicó como estudio introductorio en una edición de las poesías del precursor de 1949. La pasión de Tzara por este primer maldito fue tal que durante la última época de su vida se dedicó a buscar y descifrar correspondencias numéricas y transcribir mediante anagramas toda su obra, que ocupa entero el último Tomo VI de las Obras Completas.

A Tristan Corbière, poeta muerto muy joven y prácticamente desconocido que fue recuperado por Verlaine al incluirlo en su libro sobre “Los poetas malditos” de 1884 dedica Tristan el siguiente escrito, que añade unos poemas inéditos, se publicó como prólogo a “Los amores amarillos”, única obra de Corbière. En edición de 1950 a cargo del Club Francés del Libro. Una pregunta me queda en el aire :¿Podría Tristan Corbière ser considerado precedente del uso de las interjecciones en poesía por ejemplo en Leopoldo María Panero?

No podría faltar entre los escritos sobre poesía de Tzara uno dedicado al gran precursor de la poesía moderna , junto a Baudelaire, Arthur Rimbaud. Terminado de redactar en Villavolard en agosto de 1948, había sido previamente publicado dividido en dos partes en la revista Laberinto de Ginebra. Ante la demonización del Rimbaud de la época africana que la burguesía moralista extendió en amplias capas sociales, Tzara reivindica la figura inconmensurable y esencial del poeta que revolucionó desde muy joven, precoz y procaz, las bases de la caduca lírica de oficio.

De la importancia de Apollinaire también se han escrito ríos de tinta, quizás queda por reseñar lo que aporta Tzara en su trabajo sobre Guillaume. Hay que decir que además de ensayista, poeta, instigador, coleccionista de artes primitivos Tzara fue también un recopilador de primeras ediciones de la época, entre ella Alcools de Apollinaire. Detalla aquí todo el proceso de corrección e impresión de la obra, señalando las erratas de algunas publicaciones y demostrando como puede considerarse una de las primeras obras de la historia de la poesía en la que desaparecen los signos de puntuació, tema éste que a Tzara le interesa de manera especial por ser acorde con su propia p`roducción poética y que desarrollará muy ampliamente en el ensayo que, como veremos, cierra esta recopilación de “Las Esclusas de la Poesía”.

Tras unos escritos menores dedicados a Reverdy, Radiguet, Artaud y un cuarto que nos es desconocido, llegan los dos extensos y enriquecedores ensayos dedicados a su gran amigo Paul Éluard. El primero con el subtítulo de “la evidencia poética y la poesia del hombre” se corresponde con el manuscrito de la conferencia – recital que impartió en Febrero de 1953 en la ciudad suiza de Ginebra, el denominado “Las imágenes fraternales” aun redactado en 1953 no fue publicado hasta dos años después en la revista “Les lettre françaises”. En ambos hace referencia al empleo por parte de Éluard de algunos proverbios que revisados devuelve al acervo y al cerrar el círculo enriquece el lenguaje popular. Además inserta fragmentos y hasta poemas enteros que analiza como más relevantes de la producción poética de Éluard.

En último lugar – at last but not least- se recoge el escrito Gestos, puntuación y lenguaje poético”, título completamente definitorio de su contenido y que es una interesantísima reflexión sobre la evolución de la forma poética escrita y la desaparición de los signos de puntuación en la poesía futura. Planteando una retorno al origen oral y mímico de la poesía ya exenta de signos indicativos de su modo de entonación. Poesía de la cotidianeidad, basada y regresada a ella. La primera publicación del texto que aquí se traduce, se produjo en Enero de 1.953 en el número 85 de la revista Europa, añadiéndose posteriormente algunos comentarios.